El agua habla constantemente y nunca se repite.
Octavio Paz
Fotógrafo submarino desde pequeño, hice de mi pasión mi profesión. La fotografía es el arte de ver el mundo de otra manera. La infinita posibilidad de crear nuevas imágenes, nuevos universos una y otra vez...
Mi historia
Siempre he vivido cerca del mar. Seguramente, mis padres me transmitieron la pasión que sentían por él. No sé si es una coincidencia que mi signo sea Piscis, pero siempre he nadado. Empecé con clases de natación para bebés y luego continué con cursos de natación. No me gustaba nadar largas distancias en la piscina; necesitaba libertad.
A los 7 años, descubrí la natación sincronizada después de ver el espectáculo de sirenas Sirella de Muriel Hermine. Más tarde, obtuve numerosos títulos deportivos, pero mi verdadero sueño era convertirme en sirena y recorrer los océanos. Mi madre diría que me vuelvo insoportable si no encuentro un punto de agua para "mojarme" un poco cada día.
Mar, lago, río, cantera... cualquier pequeño espacio con agua me atrae.
He hecho de mi experiencia acuática mi mayor diferencia. Mi facilidad en el agua me permite ir mucho más allá de ciertos límites, y aún estoy lejos de haberlos explorado todos.
Bajo el agua, todo es diferente. La ingravidez, sí, pero también los colores, los sonidos, las vibraciones y las energías. La fotografía acuática es una experiencia totalmente única. También es exploratoria, y eso es lo que me apasiona. Porque en el agua, no se puede prever todo como en la tierra.
Hay que fluir con el elemento y utilizarlo como fuente de creación.
Margaux